Algo de lo que no se suele hablar en los programas de enfermería es del agotamiento y de cómo combatirlo. Teniendo esto en cuenta, FVI School of Nursing and Technology ha decidido abordar esta cuestión y debatir algunas de las formas más comunes de prevenir con éxito el agotamiento enfermero. El agotamiento es frecuente en las profesiones muy estresantes, y el sector médico es uno de los principales contendientes entre las carreras con mayor tasa de agotamiento y burnout. Según el Journal of American Medical Association, las enfermeras experimentan el segundo nivel más alto de burnout de todas las profesiones de EE.UU. en la actualidad.1 El primer puesto y el profesional con la tasa más alta de burnout es para los médicos.2 Como enfermeras estamos orgullosas de nuestras almas cansadas y exhibimos nuestros pies doloridos como una insignia de honor, pero debemos recordar que merecemos un descanso y la oportunidad de resetearnos. Cuando descansamos es bueno para nosotros y para nuestros pacientes. Por favor, ¡tómate en serio estas medidas para prevenir el agotamiento enfermero!
¿Qué es el Burnout Enfermero?
Como su nombre indica, el agotamiento enfermero representa un periodo en el que el agotamiento físico, mental y emocional de una enfermera ha llegado a un punto en el que el fuego que la motiva empieza a consumirse. El agotamiento enfermero se manifiesta en primer lugar de las siguientes maneras. Si respondes afirmativamente a estas preguntas, puede que estés sufriendo agotamiento:
- ¿Te estás volviendo cínico respecto al trabajo?
- ¿Te da miedo entrar en el edificio?
- ¿Te cuesta concentrarte?
- ¿Hace falta menos para frustrarte?
- ¿Te encuentras quejándote cada vez más a tus amigos y compañeros de trabajo?
- ¿Estás utilizando mecanismos de afrontamiento como la comida, las drogas o el alcohol para controlar el estrés?
- ¿Te cuesta dormir y te cuesta levantarte de la cama?
La buena noticia es que puedes evitar el agotamiento si empiezas ahora.
Las 3 etapas del Burnout Enfermero
1 – Demostrar demasiado lo que vales y trabajar demasiado El primer signo de agotamiento enfermero es mental. No es ningún secreto que las enfermeras más trabajadoras suelen ser las más afectadas por el agotamiento laboral. Comienza con la necesidad de probarse a uno mismo constantemente, lo que lleva a trabajar en exceso. La incapacidad para desconectar es la primera señal de que te estás acercando al agotamiento profesional. ¿Piensas en el trabajo antes de acostarte y nada más levantarte? ¿Te preocupan las tareas futuras cuando estás en casa? ¿Te encuentras pensando en el trabajo en momentos de estrés no relacionado? 2 – Cambio de límites y descuido de uno mismo El segundo signo del agotamiento enfermero es físico. Como el trabajo se ha apoderado de tu mente, empiezas a cambiar tus prioridades, tus límites y tus valores para acomodarlos a los pensamientos intrusivos relacionados con el trabajo. Tus horarios de sueño y alimentación se vuelven erráticos. Se descartan los conflictos y se evita pasar tiempo con los amigos y la familia. Estos primeros síntomas conducen finalmente a la negación de todos los problemas emergentes en el futuro. 3 – Retraimiento y despersonalización La última fase del agotamiento enfermero es el retraimiento. Una vez que hayas llegado a este punto, será difícil evitar el agotamiento o combatirlo, pero no imposible. Esta etapa se caracteriza por la pérdida total de valor, no puedes encontrar valor en ti mismo, en los demás ni en tus actividades cotidianas. Te sientes vacío por dentro y lo compensas aún más con drogas, alcohol, comida y, en general, comportamientos negativos. Te sientes perdido e incluso deprimido.
Cómo prevenir el agotamiento enfermero
Ahora pasemos a lo más importante, cómo puedes prevenir el agotamiento enfermero para no llegar a la fase 3. 1 – Resiliencia y afrontamiento Es importante que las enfermeras desarrollen mecanismos de afrontamiento para hacer frente a las tensiones del trabajo. Las enfermeras no sólo son puestas a prueba mentalmente cada día, sino también emocionalmente. Al fin y al cabo, estás tratando con personas. Los hospitales están llenos de médicos demasiado exigentes, pacientes difíciles y, lo que es peor, pacientes que sufren y lo necesitan. Es VITAL que las enfermeras desarrollen mecanismos de afrontamiento y construyan una frontera saludable entre el trabajo y el hogar. Debes aprender a apagarte cuando salgas del edificio. Algunos métodos estupendos para relajarse son ir al gimnasio justo después del trabajo, salir a correr o hacer yoga. Es mejor que realices estas actividades justo después del trabajo. Pon algo entre tú y el trabajo que te permita crear un límite saludable que separe a ambos. 2 – Priorízate a ti misma La mejor forma de evitar el agotamiento enfermero es centrarte en ti misma cuando te sientas estresada. Por desgracia, las buenas enfermeras se centran demasiado en los pacientes, sobrecargándose de trabajo. A largo plazo, esto repercutirá negativamente en la salud del paciente. Debes volver a lo básico. Programa más tiempo para ducharte y arreglarte por la mañana. Centrarte en tu aspecto físico afectará positivamente a tu bienestar mental. Tómate más tiempo para ti. 3 – Consigue apoyo y desahógate Crea un fuerte vínculo con tus compañeras enfermeras. Son la mejor defensa contra el agotamiento, porque te mantendrán con los pies en la tierra y te recordarán lo que es importante. Si alguien puede entender por lo que estás pasando, son las enfermeras que te rodean. Asegúrate de hablarles y desahogarte con ellos cuando proceda.
Cuando no es agotamiento – Es hora de buscar un nuevo trabajo
A veces, el agotamiento se debe simplemente al entorno en el que trabajas. Puede ser un médico, un compañero de trabajo, el entorno del hospital o un largo viaje al trabajo lo que finalmente te ponga al límite. Es importante darse cuenta de cuándo el agotamiento no tiene nada que ver con el trabajo, y tiene todo que ver con el entorno. En esos casos, deberías plantearte seguir adelante.
- ¿Compartes los mismos valores que tus compañeros y la dirección?
- ¿Te ves ascendiendo en la cadena?
- ¿Alguna vez te has sentido satisfecho en el trabajo?
- ¿Te sientes derrotado constantemente?
Éstas pueden ser señales de que no estás sufriendo el síndrome de la enfermera quemada, sino de que necesitas encontrar otro lugar donde pasar tu valioso tiempo.
Consecuencias del Burnout Enfermero
- Te identificas tanto con el trabajo que te falta equilibrio entre tu vida laboral y tu vida personal
- Tienes una carga de trabajo considerable, incluidas las horas extraordinarias
- Intentas serlo todo para todos
- Trabajas en una profesión de ayuda, como la asistencia sanitaria
- Sientes que tienes poco o ningún control sobre tu trabajo
- Tu trabajo es monótono
- Estrés excesivo
- Fatiga
- Insomnio
- Tristeza, ira o irritabilidad
- Abuso de alcohol o sustancias
- Cardiopatías
- Hipertensión arterial
- Diabetes tipo 2
- Vulnerabilidad a las enfermedades
Un mensaje para las enfermeras
Más que nada, queremos recordar a las enfermeras, recordaros a vosotras, que sois la columna vertebral de la industria médica. Que procedes de una larga estirpe de personas y cuidadores increíbles que tienen el impulso de marcar la diferencia en la vida de los demás. La enfermería va más allá de una profesión noble, es una bondad necesaria y uno de los pocos trabajos que marcan una verdadera diferencia cada día. Te necesitamos en tu mejor estado de ánimo, necesitamos que estés en tu juego, te necesitamos. Cuídate para que puedas cuidar de nosotros. Evita el agotamiento.
Fuentes:
[1]: Revista de la Asociación Médica Americana – La dotación de personal de enfermería hospitalaria y la mortalidad de los pacientes, el agotamiento de las enfermeras y la insatisfacción laboral [2]: Asociación Médica Americana – Burnout del médico