Lo has conseguido. Has tomado todos esos conocimientos del repaso del examen NCLEX, los has puesto a prueba, has obtenido tu certificación y has conseguido tu primer trabajo como enfermera. Lo difícil ya ha pasado, ¿verdad? Ahora sólo tienes que sobrevivir a tu primer año como enfermera, ¿verdad? Bueno, sí y no. Has conseguido algo de lo que deberías estar muy orgullosa, pero eso sólo ha sido la primera fase. Después de la difícil tarea de superar la escuela de enfermería, ahora tienes la difícil tarea de ser realmente enfermera. Un trabajo muy recompensado, pero difícil al fin y al cabo. He aquí algunos consejos que debes recordar durante tu primer año como enfermera.
¿Te prepara el NCLEX para el mundo real?
Te preparó para el proceso de toma de decisiones al que tendrás que enfrentarte, y el nuevo Modelo de Juicio Clínico hará un trabajo fantástico al respecto. Pero ahora estarás tratando con el elemento humano de la profesión médica, que es algo que todas las enfermeras tienen que averiguar por sí mismas. Tratarás con pacientes, con otras enfermeras, con médicos y con familiares. El elemento humano es muy real y te llevará unos meses o incluso tu primer año completo encontrar realmente tu ritmo. Recuerda que no conocerás todas las respuestas y eso está bien. Puedes contar con la ayuda de otras enfermeras.
Cosas que hacer
– Escucha y aprende de las enfermeras con experiencia Quizá nuestro consejo más importante para las enfermeras en su primer año sea escuchar y aprender. Como hemos dicho antes, no sabrás todas las respuestas, pero tendrás acceso a un recurso formidable: otras enfermeras. La enfermería es una carrera, no un trabajo. Tienes la suerte de estar rodeado de compañeros que se han pasado la vida en esta profesión y están dispuestos a darte tantos consejos como tú estés dispuesto a aceptar. – Sé un jugador de equipo Las enfermeras tienden a permanecer unidas. Los buenos lo hacen y tú también deberías hacerlo. Cuando las cosas se pongan un poco locas, te apoyarás en tus compañeras enfermeras para que te ayuden, te animen y te aconsejen. Prepárate para darles lo mismo, aunque eso signifique hacerlo primero. No trabajes en un sistema de “yo primero”. Ayuda a otros enfermeros que lo necesiten y cosecharás los beneficios de un turno cubierto cuando sea necesario. – Tómate tiempo para recargarte Piensa en ti como en la batería de un móvil. Si estás al 5% y necesitas llegar al 20% de carga para el día, conéctate durante 5 minutos: tómate un momento para respirar, pasea por el hospital, toma un vaso de agua o una taza de café. Si estás al 5% y necesitas cargarte por completo y volver al 100%, enchúfate durante la noche: asegúrate de dormir las 7 a 9 horas recomendadas cada noche y de comer bien. Tu cuerpo y tu mente necesitan recargarse constantemente. Encuentra el tiempo para las rachas cortas y también el tiempo para volver al 100% – Deja el trabajo en la puerta Un mal turno como enfermera puede seguirte a casa, y a veces lo hará. Sentirás que has fallado a un paciente, has fallado a una familia o has decepcionado a un médico. Pensarás que te equivocaste de decisión, o que tomaste una decisión que podría haber sido mejor. Para. Quítate ese equipaje de encima. Déjalo en la puerta. La enfermería es una profesión inherentemente humana y tus emociones se verán afectadas por lo que hagas. Está bien, está bien tener días malos, pero no está bien llevar eso a casa. Algunos días serán mejores que otros, así que mantén tu equipaje fuera de casa y espera a que pase.
Cosas que debes evitar
– Apresurarse “Mide dos veces, corta una” es un tópico que probablemente hayas oído antes, pero es un tópico porque es cierto, y es un consejo especialmente bueno para las enfermeras. Tienes una sola oportunidad de administrar la medicación, escuchar a los pacientes y tomar notas del médico. Por tanto, no te precipites. Tómate tu tiempo y pide aclaraciones durante tu primer año como enfermera. – Juicio Verás pacientes frecuentes (pacientes que vienen a menudo) y pacientes con dolencias embarazosas. Te recomendamos que evites cualquier juicio. Si no es por el bien de los pacientes, que sea por tu propio bienestar mental. – Perder la confianza No dudes de ti mismo delante de los pacientes, porque ellos se darán cuenta y también perderán la confianza. Recuerda desarrollar una actitud asertiva cuando estés segura de tu respuesta y demostrar a los médicos que eres una enfermera competente y bien formada. – Responder sin pensar Responder con seguridad y asertividad es una cosa, pero más te vale dar la respuesta correcta. Para las enfermeras, es difícil retractarse de lo que has dicho en la mayoría de los casos, así que escoge tus palabras con cuidado y piensa tus respuestas.
Hablemos del Burnout
Como mencionamos en el punto anterior “Tómate tiempo para recargarte”, es importante recordar que necesitas darle a tu cuerpo (“batería”) ráfagas de carga a lo largo del día y una carga completa durante la noche. Este es un fantástico consejo para controlar el estrés de las enfermeras a corto plazo, pero no ayudará a prevenir el agotamiento de las enfermeras a largo plazo. La enfermería es un trabajo exigente física, mental, emocional y espiritualmente. Por todo lo que te da, por todas las vidas increíbles que tocas cada día, por todas las personas a las que salvas de sus momentos más difíciles, te agotará de vez en cuando. No se puede evitar el agotamiento enfermero, sólo hay que prepararse para él y afrontarlo de forma proactiva.
- Tómate vacaciones
- Consigue un hobby
- Tómate tiempo para estar solo
Encuentra un mentor
Por último, la vida como enfermera es mucho mejor con un mentor. Una enfermera que pueda mostrarte el camino y actuar como confidente en tus momentos más felices y en los más difíciles. La mejor persona a la que escuchar, de la que obtener consejos de enfermería y consejos de vida, es otra enfermera; alguien que entienda tu profesión y tu papel en el campo de la medicina. Busca un mentor que te guíe a medida que creces en tu carrera como enfermera.