La mayoría de los alumnos adultos tienen más de una función. Madre, hija, padre, hijo, empleado y propietario son sólo algunos de los papeles que podemos tener al volver a estudiar más tarde en la vida. Sin embargo, en medio de todos estos papeles, debemos utilizar las habilidades para la vida para garantizar nuestro éxito futuro. Hay muchos retos para un alumno adulto. Estas dificultades son consecuencia de las obligaciones que tenemos con nuestras responsabilidades vitales actuales. Utilizando las habilidades para la vida que hayas desarrollado, podrás gestionar tus responsabilidades actuales a la vez que tienes éxito en los estudios.
Para un alumno adulto con muchos sombreros, es esencial que desarrolles tu capacidad de realizar varias tareas a la vez. Ya sea estudiando mientras los niños están en clase de piano o preparando la comida de mañana cuando el resto del mundo duerme, debes aprender a crear tiempo de formas inesperadas. Esos 45 minutos de secador pueden ser el tiempo justo para terminar una sección de lectura para la clase. Para un alumno adulto de éxito es imprescindible agudizar sus habilidades multitarea. Junto con la multitarea, también debes asegurarte de mantenerte organizado. Mantener la organización permite al estudiante gestionar su tiempo para no descuidar ningún aspecto de su vida.
No hace falta decir que la paciencia es un componente vital del éxito como estudiante adulto. Las cosas han cambiado desde la última vez que estuviste en una clase. Hay nuevas tecnologías, nuevos métodos de enseñanza e incluso nuevas expectativas. Tal vez estés desanimado porque nunca fuiste un estudiante de sobresaliente. Con diligencia y paciencia, podrás crear el plan para tu éxito continuado. Mantente disciplinado, desarrolla una dedicación a tu trabajo de curso. Utiliza esta paciencia y disciplina para conquistar tu material.
Sé organizado. Ser organizado incluye utilizar el tiempo con eficacia. Y lo que es más importante, ser organizado requiere comprometerse a priorizar las obligaciones laborales, vitales y escolares. Los alumnos adultos deben mantener el orden, al tiempo que conservan la capacidad de ser flexibles. Una cosa que ya habrás aprendido es que la vida no siempre va según lo planeado. Puede que no estés enfermo, pero esa gripe que circula por la guardería de tu hijo arruinará definitivamente esa tarde de estudio que habías planeado. A diferencia de cuando tenías 18 años, ahora tu vida tiene que ver con otras personas. Deberías estar abierto a varias formas, igualmente aceptables, de abordar los innumerables retos que puedes encontrarte. No hay una forma uniforme de resolver ninguna situación. Sólo puedes encontrar respuestas si estás dispuesto a ser ambicioso y a explorar todas tus opciones. Debe haber un plan A, B y C para prever las distintas situaciones que puedan surgir de forma natural. Ten en cuenta que… si el zapato no te queda bien, plantéate usar sandalias o… ¡descalzarte!
Sé competitivo. Trata la escuela como un juego… un deporte, no como una broma… Obtén una evaluación real de tu oponente, la clase. Utiliza el programa de estudios como plan de juego y las evaluaciones para identificar tus puntos débiles. Por último, asegúrate de aprovechar todos los recursos que te ofrece el campus. Estas habilidades para la vida pueden ayudarte a alcanzar la victoria.
