Hacerlo todo: Trabajo + Estudios
Mientras que algunos estudiantes posponen la entrada en el Mundo Real todo lo posible, otros, como tú, se lanzan de cabeza al ruedo lo antes posible. Nadie conoce el trabajo duro como tú, que haces malabarismos con horarios completos y rigurosos tanto en FVI School of Nursing and Technology como en el trabajo. Pero la vida como extraordinario multitarea puede ser agotadora y, si no se equilibra correctamente, el trabajo en todas las esferas puede resentirse. Aquí tienes algunos consejos para mantenerte en el buen camino en casa, en la escuela y en el trabajo.
- Mantén un único calendario y programa todo en él, todo en el mismo sitio. Añade las responsabilidades laborales y escolares, así como los compromisos sociales. Todos ellos son importantes por diferentes razones, y cuando los planes están trazados en un solo lugar, puedes gestionar realmente tu tiempo y asignar la cantidad adecuada a cada acontecimiento.
- Aprende a decir no. Para muchos, es una lección que lleva algún tiempo. Has asumido muchas cosas, y muchos compañeros no entienden lo protectora que debes ser con tu tiempo. Si sabes que necesitas una noche de relax a solas, no te dejes coaccionar para quedar con tus amigos. Tu tiempo y tu energía son valiosos, y aunque soltarse puede ser algo estupendo, tú sabes mejor que nadie dónde deben colocarse tus esfuerzos y tus energías.
- Intenta estar presente. Suena un poco woo woo, pero centrar tus pensamientos y esfuerzos en la tarea que tienes entre manos -ya sea estudiar para un examen, resolver un problema laboral o desahogarte con los amigos- te ayudará a cumplir tus tareas pendientes con más concentración y menos estrés. Seguro que es más fácil decirlo que hacerlo, pero la alternativa -preocuparte en mitad de la sesión de estudio no por si te va bien en el examen, sino por las tareas que tienes que hacer en el trabajo- es una receta para el desastre y la ansiedad.
- Ten una cita semanal -vamos, anótala en el calendario- en la que te apartes al menos una hora de la locura que es tu agenda únicamente con fines de evaluación. Anota los próximos plazos, citas y tareas pendientes. Escribe listas; organiza tu calendario; en resumen, relájate y prepárate para la semana que tienes por delante. Te dirigirás a ella con la mente tranquila y una idea clara de lo que tienes que conseguir.
